'LA URUGUAYA'. Jugando con Joyce en la cabeza

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       CRÍTICA LITERARIA

       ‘La urguaya’                                                                                     
        Autor: Pedro Mairal.
        Editorial: Libros del Asteroide.
        Páginas: 144



La novela de Pedro Mairal se puede leer de un tirón. Eso se agradece y más en los tiempos actuales en los que se apuesta por novelas de extensiones infinitas para que las mismas tengan algo de reconocimiento. ‘La uruguaya’ viene precedida de un notable éxito que cuesta comprender una vez leído el texto. Su temática no posee ninguna originalidad. Tan solo el primer capítulo podría considerarse desbordante de talento e ingenio. El resto no está a la altura. Lo que se sugería como una novela perspicaz y sumamente original se pierde en demasiados lugares comunes que unidos a la previsibilidad de una resolución anunciada, consiguen que el texto pueda ser más bien un cuento alargado. 

El deseo como motor se ve envuelto en demasiados anhelos e invenciones que buscan una huida de la rutina. Ese deseo se perturba por las propias pistas que va proporcionando el escritor para que el final tenga algo de sentido. Todas estas advertencias condenan a una resolución demasiado anticipada. La crisis de los cuarenta, un escritor en busca de un adelanto, un recuerdo, una relación clandestina, los celos, el alcohol, la escritura, el ser padre, la decepción, la mentira, la carga vital y el autoengaño. Todos estos elementos se dan cita en el texto de Mairal pero de un modo muy desigual. 
El empleo de la segunda persona es uno de los mayores aciertos del libro junto con el primer capítulo. Confiere a lo establecido una intimidad muy estimulante pero el propio tono es difuso en muchas de sus páginas. No mantiene su fuerza en demasiados instantes y eso nuevamente lastra el resultado final. La idea del ‘Ulises’ de Joyce planea por toda la obra. Se narra un día completo en la vida de una persona con todos los detalles que puede aportar. Este “homenaje” a Dedalus, no lo disimula el escritor que habla de escribir su “Ulises”. Es una impostura que ofrece cierta diversión para ver hasta dónde puede llegar, que no es mucho, pero sí es un juego sugerente.

Casi toda la acción transcurre en Uruguay y sirve bien para contrastar con esa “rivalidad” existente entre argentinos y uruguayos. En esta ocasión son las expectativas las que van de la mano del protagonista. Se busca una empatía que se consigue, pero que no va más allá. La misma puede aplicarse a la amante que, igualmente, queda varada en una decepción tan anunciada que pierde toda la fuerza.

Es inteligente la aparición de la lírica en la narración. Funciona porque es en momentos muy concretos que no consiguen dilatar su objetivo narrativo. Mairal maneja el lenguaje con precisión, de ahí que todo su estilo sirva para que fluya su planteamiento, otro asunto es lo que relata. 

IVÁN CERDÁN BERMÚDEZ

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